FIESTA PATRONAL

 Entrada de flores
 
   La entrada de flores es una actividad religiosa que se realiza en honor a San José patriarca, patrono de Tzisbaj, organizada por la iglesia católica. Después de la feria, cada año, se eligen nuevos representantes de la cofradía quienes serán los responsables de coordinar y realizar gestiones necesarias para la búsqueda y la traída de flores que se dedicará ese día.
 
 
 

Antes de convocar a los participantes que viajarían, el anfitrión, con quince días, aproximadamente, de anticipación y con la ayuda de las mujeres, de casa en casa, entregan una bebida elaborada a base de maíz y cacao ─en Popti’ le llaman “txup”─ como símbolo de la ayuda mutua. Representa entre los invitados y la cofradía amistad

y principios del trabajo colectivo. Cuando alguien recibe una bebida como ésta, por convicción moral, tiene que acudir al llamado.

La flor que tradicionalmente se busca y se entrega en esta fecha (16 de marzo), en el pueblo y en las aldeas la conocen como Ek’ y en español le dicen “cola de león” pero su nombre científico es “tillandsia”. Es un género de plantas “epífitas (cualquier planta que crece sobre otro) tillandsia” con más de 500 especies, es el más diverso de la familia de las bromelias (Bromeliaceae

), al cual pertenece también la piña, y se encuentran en los desiertos, bosques y montañas de Centroamérica, Sudamérica, México y en el sur de los Estados Unidos. En el caso de Tzisbaj, buscan esta especie en las montañas de los municipios cercanos en donde las condiciones climáticas favorecen su crecimiento.

Para buscarlas y traerlas, se toma dos a tres días y, el 15 de marzo de cada año, se velan en la casa del presidente del cofrade acompañadas con música de marimba, rezos, comidas y bebidas, así como tamalitos o café con pan. El siguiente día, las flores son llevadas a la iglesia en compañía de la gente (hombres y mujeres, niños y estudiantes de los distintos establecimientos de la localidad, algunos, vestidos con traje típico) a través de una procesión que recorre las principales calles de la comunidad. Cuando llegan al templo, se les rinde una breve homilía y luego la bendición; después, son incrustadas en las paredes, atrio y fachada de la iglesia.

Con la colocación de estas flores tan veneradas durante estas festividades, no se puede escatimar la magia y el respeto con que la realizan. Para los pobladores es un momento de reflexión y encuentro con la divinidad, las ofrendas: velas y flores, maíz y frijol son una muestra de agradecimiento y compromiso social de la feligresía.

La vestimenta y la tradición

Estas actividades o muestras de fe y espiritualidad, se realizan el 16 de marzo y el 12 de agosto de cada año. El uso del traje típico, se ha quedado solamente como una representación folclórica, la mayoría de la gente ya no lo usa, al menos, en Tzisbaj sólo quedan -entre los hombres- don Manuel Silvestr (Manel Xhuxhep), Manuel Ros (Hose Caxh) y Baltazar Ros (Maltixh Ros). Existen mujeres que en su mayoría usan la vestimenta típica; sin embargo, las nuevas generaciones se han apartado casi de todo, excepto el idioma que, por el momento, es muy difícil.

                     En la fotografía podemos apreciar a don Maltixh Ros con el traje original de Jacaltenango.

En el fondo, se puede ver la vestimenta típica que usaban los ancestros: camisa y pantalón de tela blanca, cintos que pueden ser de color rojo, negro y celeste. Ellos usaban sobreros, hechos con hojas de palma y sandalias de cuero; todos, fabricados en Jacaltenango.
Estudiantes durante la entrada de flores con el traje típico de Jacaltenango. En la imagen se puede apreciar la cinta para recoger el cabello, el güipil blanco y el corte de diversos colores

Durante la procesión las mujeres llevan las ofrendas en canastos. Es un aspecto
imprescindible durante estas fechas

 Mujeres y hombres, todos por una misma devoción en las calles

Estos son algunos de los marimbistas que fueron captados por nuestra cámara. Músicos que, sin saberlo, mantienen viva nuestras tradiciones y nuestra cultura como jacaltecos.

               


Estos son algunos de los marimbistas que fueron captados por nuestra cámara. Músicos que, sin saberlo, mantienen viva nuestras tradiciones y nuestra cultura como jacaltecos.
La marimba es uno de los instrumentos que le da esencia y vida a cada una de las actividades. En la fotografía se puede ver a Don Maximiliano y sus amigos de Jujlinha.
Los toritos forman parte de la tradición y de la ofrenda que la gente realiza cada año.
 
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